Sabiduría Vs Conocimiento

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Conocer es saber, y ser sabio es comprender y aplicar lo que se sabe
Christian Bernard – IRC

conocimientoDesde el mismo momento en que alguien se convierte en iniciado de cualquier escuela esotérica/iniciática se le deja claro que debe buscar la Luz y no pocos asocian Luz con Sabiduría. Lo cual no deja de ser correcto en cierto modo. Basándonos en todo ello cometemos el error, el grave error, de creernos sabios cuando alcanzamos los altos grados de dicha escuela y conocemos sus misterios. Grave error que nos lleva al vicio del ego, del orgullo y de la vanidad porque lo que solemos poseer son conocimientos; pero no la tan ansiada Sabiduría.

La relación conocimiento igual a Sabiduría no es biyectiva; el sabio posee siempre conocimiento pero tener conocimiento no siempre implica Sabiduría. Recordemos el simbolismo de la Granada, que una vez madura, esparce sus granos. Así es el sabio. Una vez obtenido el conocimiento debe aplicarlo al día a día y darlo a conocer por medio de sus actos. Debe usarlo para el bien y nunca para alimentar su ego y vanidad personal. Nada hay de Sabiduría en dicho caso.

La Sabiduría es una cualidad humana. De hombres iluminados. Solo ellos son quienes de aplicar al mundo lo que saben. Nadie discute que una enciclopedia atesora una gran cantidad de conocimiento; pero no es sabía porque no puede aplicar al mundo material dicho conocimiento. Es el hombre quien puede hacerlo. Para ello es necesario comprender dicho conocimiento, interiorizarlo y aplicarlo. No tengo duda alguna del camino que hemos de recorrer: el camino que nos lleva del conocimiento a la Sabiduría se llama interiorización, el conocido  VITRIOL”

 Tener conocimientos es relativamente fácil – basta con estudiar – ser sabio es mucho más complicado. Hay que actuar de acuerdo con dichos conocimientos. La mayoría de los masones – entre los cuales me incluyo – poseemos conocimientos; pero estamos muy lejos de la Sabiduría., de la Luz. Ser sabio es hablar poco y actuar mucho. El sabio habla lo justo y solo de aquello que realmente conoce. Si  partimos de la base de que habitamos en un mundo material y que nuestros sentidos nos engañan continuamente en cuanto a lo que percibimos, que nuestra consciencia subjetiva adapta nuestras sensaciones a nuestra limitada compresión y no a la realidad, ¿quién puede decir que conoce la realidad de las cosas? ¿Quién puede catalogarse de sabio?. Yo, desde luego, ni por casualidad.

Los hombres realmente sabios se pueden contar con los dedos de la mano. Podríamos citar a Confucio, Buda, Pitágoras, Leonardo DaVinci…y todos ellos no se creían sabios. Nada más claro que recordar la famosa frase de Sócrates: “Yo solo sé que no sé  nada

Para terminar les dejo un texto de Christian Bernard, actual Imperator de la orden rosacruz AMORC y que considero muy esclarecedor sobre este tema. Sustituyan la palabra Rosacruz por la que defina su orden o escuela y creo, humildemente, que sería perfectamente aplicable a ustedes.

Ser Sabio es conocer a la perfección todos los aspectos de la dualidad humana y aplicar la maestría en todos nuestras relaciones con el prójimo. Por lo tanto, es sabio aquel que muestra el camino sin jamás imponerlo y quien nunca hace por los demás lo que ellos mismos tienen interés en hacer.

Es Sabio aquel que sabe callarse cuando es necesario contentarse con escuchar y hablar cuando puede y debe hacerse escuchar.

El Sabio no es aquel que habla bien de la Sabiduría, sino aquel del que se habla bien en razón a la Sabiduría de sus actos. Esto significa que la verdadera Sabiduría escucha siempre más que habla, habla mucho  menos de lo que actúa y nunca actúa sin reflexionar bien.

 Mostrar Sabiduría no es querer reformar el mal que creemos ver en los otros, sino aceptar el bien que estamos seguros de percibir en ellos.  La Sabiduría tiene por misión preservar la armonía dondequiera que se encuentre y hacer todo para ponerla allí donde no está.

 Sostener en su mano la espada de la Sabiduría no es cosa fácil, incluso para el más noble caballero. La tentación es grande para creerse sabio bajo el pretexto que se porta esta espada. Recuerden como “Excalibur”, la espada del poder, se rompió cuando por ignorancia y por orgullo e invocó su poder mágico para matar al Caballero Lancelot, símbolo de la nobleza y el idealismo. No fue sino debido a su profundo arrepentimiento y a la toma de consciencia inmediata y definitiva de su error, que la Dama del Lago le restituyó la espada de la realeza. Si la utilizamos impunemente para satisfacer los deseos ilegítimos de nuestro ego hacemos de esta un instrumento de demencia y poder maléfico. No es por casualidad que los ancianos cabalistas pusieron siempre en sus enseñanzas la Sabiduría opuesta a la Locura…

 …debemos comprender, antes de que sea demasiado tarde, lo que la palabra “sabio” significa verdaderamente. Para ello es  necesario que aprendamos por medio de la iniciación que, al igual que el hábito no hace al monje, la espada, cualquier que sea esta, no hace la caballero. Llevar sobre si la espada de la Sabiduría sin ser sabio viene a ser lo mismo que contemplar la luz del día con una venda sobre los ojos. No es sino uniendo el poder cósmico de la Sabiduría a las virtudes del sabio como se puede realizar el estado de Caballero Rosa-Cruz. Debido a que los antiguos místicos habían comprendido la necesidad de esta unión, hablaban de la Sabiduría de los Sabios” 

¿y ahora? Si, usted que me está leyendo. ¿Cree que ha alcanzado realmente la Sabiduría por ser masón? ¿Cree que podrá llegar a alcanzarla alguna vez?  Yo, desde luego, no creo que sea capaz de poder acercarme a ella. Y no se engañe usted; reconocer esa imposibilidad es el primer paso para poder optar a llegar.

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