Escribe Albert Pike en su monumental obra «Moral y dogma» lo siguiente: «La Fuerza, no regulada o mal regulada, no solo se desperdicia en el vacío, como la pólvora quemada al aire libre o el vapor no confinado por la ciencia, sino que golpeando sin sentido y no encontrando sus explosiones más que el espacio abierto, provocan un retroceso perjudicial. Es destrucción y ruina»
Cuando uno es iniciado en la Masonería y se le reconoce como aprendiz se el entregan varias herramientas para comenzar tu trabajo, pero una es la que golpea y produce la fuerza que aplicarás a otra. Me refiero al Mazo que golpea tu Cincel. Esa fuerza aplicada debe ser regulada y con sentido, tal como Pike nos avisa, pues, de otro modo, al incidir sobre el Cincel y este sobre la piedra, generará un efecto no deseado. Seguir leyendo