Artículo en colaboración con el hermano Víctor Ruano, miembro de la Federación Espirita de España (https://espiritismo.es/)
«Fe, amor al prójimo, disciplina, voluntad, conocimiento, equilibrio psíquico, humildad, devoción y abnegación son algunas de las condiciones básicas para el ejercicio del pase espírita».
O Passe Espírita. Bezerra de Menezes.
Las enseñanzas espiritas dicen que es posible curar o aliviar ciertas dolencias por medio de lo que se denomina pases y algunos llaman de magnetismo. El concepto básico de dicho proceso, que se hace por medio de imposición de manos, se basa en transferir energía, nuestra energía espiritual (por decirlo de alguna manera) al paciente con el único fin de equilibrar y restablecer la suya y, por lo tanto, de sanarle. En pocas palabras, hay un desplazamiento de energía desde el sanador (donador) hasta el enfermo (receptor).
Dado que todos nosotros somos espíritus encarnados, cualquiera de nosotros puede aplicar un pase espirita. En cierto modo lo hacemos muchas veces a lo largo del día sin darnos cuenta de ello. Una caricia en el momento justo, un abrazo de consuelo, un beso de despedida o bienvenida…hacen que esas personas se encuentren mejor de repente. La diferencia de estos actos automáticos es que no somos conscientes de lo que estamos haciendo y un pasista, una persona que aplica los pases, lo hace de modo consciente.
El proceso curativo por medio de pases, ha de quedar claro, no fue inventado por la doctrina espirita, pero si fue estudiado por ella. La curación por pases magnéticos es muy antigua, la energía curativa es absorbida a través de los centros vitales. En la India se conocen dichos centros como Chakras. ¿A que ya el suena esto un poco más? Pues poco más que decir sobre la antigüedad de este proceso curativo.
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