A buen seguro que muchos os estaréis preguntado quien es el personaje cuya imagen figura aquí al lado. Pues es ni más ni menos que el verdadero Drácula. Su nombre era Vlad Draculea Tepes y, junto con otras historias y creencias rumanas, ayudó a Bram Stoker a crear su personaje más conocido: El vampiro Drácula.
Pero hoy no toca hablar de ese Drácula vampiro, ni tan siquiera del tema de la posible existencia o no de vampiros. Hoy vamos a hacer algo de historia y contar quien fue este personaje que inspiró la novela. Evidentemente no era un vampiro; para algunos fue un luchador por la libertad de su pueblo y para otros no dejó de ser un hombre malvado que mataba y asesinaba por gusto. En esta última visión del personaje radica su mayor atractivo como inspirador del famoso personaje de Stoker.
Vlad Draculea Tepes no fue el primer Vlad Dracul, sino el tercero de una dinastía, la denominada dinastía del Dragón, que es justamente lo que significa Dracul. Nació el 8 de Noviembre de 1431 en Sighisorara y murió en Bucarest el 14 de Diciembre de 1476. Fue príncipe de Valaquia, lo que hoy se corresponde con el Sur de Rumanía. Este hombre pasó a la historia con el nombre de Vlad III » el empalador» por motivos que más adelante quedarán claros.
Para su pueblo era un gobernante que les protegía de los invasores otomanos; pero al mismo tiempo gobernada con mano de hierro y no pasaba ninguna acción contraria a sus leyes. La pena solía ser la muerte, por lo que podemos decir que encarnaba perfectamente la figura de tirano; sin embargo no debemos medir esto con los ojos actuales, sino remitirnos a la época en que vivió cuando la crudeza y la tiranía era la manera normal de gobernar.
Su infancia no fue plato de gusto y posiblemente marcó para siempre el carácter de este príncipe. A los 13 años fue entregado a los turcos como rehén junto con su hermano Radu, como muestra de sumisión al Sultán y como garantía. Cuando volvió del exilio forzoso se enteró de que su padre Vlad Dracul había muerto apaleado y a su hermano Mircea le habían quemado los ojos con un hierro candente antes de enterrarlo aún con vida. Todo ello había sido fraguado por el conde Juan Hunyadi (antiguo aliado de Vlad II) y contado con el apoyo de los Boyardos . Desde ese momento, ambos grupos fueron diana de sus odios, creo que no sin motivo.
Los turcos, que le habían criado durante su infancia como rehén, lo apoyaron hasta convertirlo en príncipe de Valaquia pero los húngaros lo expulsaron unos meses después por orden de Juan Hunyadi.
Obligado por ello a vagar por diferentes países limítrofes a Valaquia, el joven príncipe aprendió tácticas político-militares y fue consiguiendo alianzas que, pasado el tiempo, le permitieron recuperar su trono y mantener a raya a todas las potencias de la época que intentaron reconquistar Valaquia. La reunificación de Valaquia le hizo aparecer y ser correspondido por su pueblo como un gran libertador. Pero ahora nos toca hablar de su leyenda negra, de los hechos que le dieron su sobrenombre y que llevaron a un escritor a usarlo como referencia en su libro.
Vlad Draculea, como ya dije, recibe su nombre por la pertenencia a la Orden del Dragón, su emblema pueden ustedes verlo en el lateral. Drac significa Dragón y -ulea significa hijo de. Ya que eso era justo lo que era, el hijo de Vlad Dracul.
Sin embargo, lo más destacado es el siguiente nombre «Tepes» que significa literalmente EMPALADOR. Lo cual se debe a que una de sus maneras favoritas de eliminar enemigos o castigar a sus súbditos era el empalamiento; un método de tortura y ejecución donde la víctima es atravesada por una estaca. La penetración puede realizarse por un costado, por el recto, la vagina o por la boca para luego clavar en el suelo la estaca y el propio peso de la victima haga que la estaca atraviese lentamente el cuerpo mientras esta muere con dolores inimaginables. Pero demos algunas muestras de su pensamiento, pues, a pesar de su rudeza también era un hombre justo para la época.
Mató a una de sus amantes (la justicia era igual para todo el mundo sin excepción)
Castigó duramente el adulterio y no dudó en empalar a todas aquellas mujeres que fueran acusadas de ello. Por supuesto, aplicó esta norma a sus propias amantes a lo largo de su vida, probablemente debido al hecho de que le duraban muy poco. Un día una de sus amantes le dijo que estaba embarazada de él. Vlad le envió una matrona para que la examinase y cuando ésta le dijo que no había tal embarazo le rajó literalmente el vientre a su amante gritando que quería ver el fruto de sus entrañas.
El comerciante (la honradez era muy apreciada y premiada por el príncipe)
Una prueba de su sentido de la justicia se aplico en el caso de un comerciante que fue robado. Vlad Tepes persiguió y consiguió detener a los ladrones, que, por supuesto fueron empalados como castigo. Luego devolvió la bolsa con el dinero al comerciante y añadió otra moneda más. Le dijo que contase el dinero y que si algo faltaba él le repondría lo que fuese. El comerciante no solo le dijo que estaba todo, sino que había una moneda de más. Vlad Tepes le comentó entonces que debido a su honradez no sólo podía quedarse con esa moneda sino que le daría el doble de lo que le habían robado y le permitía realizar comercio en exclusiva por todo su reino pero que si dejaba de ser honrado correría la misma suerte que los ladrones.
El campesino (le preocupaba el bien estar de su pueblo)
Vlad se encontró con un hombre trabajando en el campo que parecía falto de mujer por el aspecto de sus ropas. Al preguntarle si no estaba casado, éste le dijo que sí. Vlad hizo traer a la mujer y le preguntó qué hacía en sus días y ésta le dijo que lavar, hacer el pan y coser. Señalando a las ropas de su marido, Vlad no le creyó y decidió empalarla a pesar de que el marido afirmaba estar satisfecho con ella. Luego obligó a otra mujer a casarse con este hombre no sin antes amenazarla con el mismo destino si no cuidaba bien del campesino.
La copa de oro (Gobernar mediante el terror)
Una copa de oro fue colocada al lado de una fuente para que todo el mundo bebiera en ella, pero aquel que la robara se sometería a la justicia del príncipe. Durante los años de su reinado nadie osó robar la copa de oro. Incluso tras su muerte la copa siguió durante un largo período en la fuente debido al temor que había infundido Vlad en los habitantes
Explicación de tanta «Salvajada»
Los historiadores definen a Vlad III el Empalador como un héroe y un fruto de la época y lugar. Solo mediante el terror era posible mantener su reino libre y que las fuerzas abrumadoramente superiores que, desde un lado y otro, se disputaban las puertas de Europa y de Asia se lo pensaran dos veces antes de intentarlo. Desde este punto de vista, el se limitó a hacer lo que debía en unos tiempos en que la seguridad de un pueblo, la persecución de ladrones, asesinos y demás gente indeseable dependía única y exclusivamente del Rey. El reino del terror hacía que entre su pueblo nadie se imaginará el no cumplir las leyes o faltar a ellas mínimamente, tal es el caso de la Copa de Oro.
¿Cómo pudo asociarse el vampiro a Vlad Tepes?
Según un trabajo de Lilian Steffany Perdomo Trujillo, estudiante de medicina de la universidad surcolombiana, Vlad Tepes pudo ser victima de una enfermedad llamada porfiria. Esta enfermedad tiene los siguientes síntomas:
- Fotosensibilidad.
- Manchas en la piel.
- Inflamación de encías y enrojecimiento de los dientes.
Si asociamos todos este síntomas con las creencias de la época, con su crueldad y tiranía, pues no cuesta mucho imaginar que se le creyese un vampiro y, por supuesto que Bran Stoker se fijase en su figura. Curiosamente, la obra de Stoker ha contribuido a que muchos historiadores se preocupasen por investigar a este singular personaje haciendo que sea una de las figuras de la época más conocidas.
Y bueno, esto es todo y , como siempre: Investiguen y aprendan, no den nada por definitivo, es la única manera de alcanzar la Luz.
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