¿Qué es la realidad?

Neo en Matrix

Queridos lectores y lectoras, la imagen que ilustra esta entrada corresponde a la película Matrix, quizás una de las más adecuadas para el tema que pienso tratar. La pregunta planteada es ¿qué es la realidad?.

Damos por supuesto que la realidad es lo que nos rodea, lo que vemos, oímos, olemos, tocamos; pero ahí viene la duda,  ¿y si lo que creemos real no es más que una especie de matrix y la realidad, la auténtica, es otra cosa diferente?

Sin entrar a debatir en profundidad podemos decir que existe una realidad objetiva y otra subjetiva, la realidad objetiva es aquella que nuestros sentidos reciben, la subjetiva es la que nuestra mente interpreta.

Por ejemplo, no es necesario ver un limón, si olemos a limón podemos imaginar el limón e incluso visualizarlo en nuestra mente. En este caso, una de dos:

  1. El limón no existe realmente ya que no lo vemos, solo existe su olor que detectamos
  2. El limón si existe aunque no lo veamos justamente porque al notar su olor este debe venir de algún lado

Sea como sea, en ambos casos, en nuestra mente se forma una imagen mental del limón, y esa imagen mental, desde luego que no es real, mucha casualidad sería que esa imagen fuese exactamente igual al limón real que hemos olido. Por lo tanto, esa realidad mental, ese limón que vemos en nuestra mente NO es real por mucho que nos lo parezca.

Pero vamos a liarla más, la imagen que nuestro cerebro recibe depende de la calidad de funcionamiento de nuestros órganos. Todos sabemos que un mismo color, al menos que sean los básicos, no es detectado por igual por todas las personas. Una persona puede decir que cierto color es rosa claro y otro decir que es fuscia u otra variante. En todos los casos,el color real es el mismo, pero el visualizado en el cerebro de cada uno es diferente. Nuevamente surge la pregunta: ¿que es lo real, lo que el cerebro de cada cual percibe o el color del objeto observado?

Estamos regresando, como muchos de ustedes habrán ya pensado, al famoso mito de la caverna de Platón.  Jorstein Gaarder en su obra “El Mundo de Sofía” escribió:

Imagínate a unas personas que habitan una caverna subterránea. Están sentadas de espaldas a la entrada, atadas de pies y manos, de modo que sólo pueden mirar hacia la pared de la caverna. Detrás de ellas, hay un muro alto, y por detrás del muro caminan unos seres que se asemejan a las personas.

Levantan diversas figuras por encima del borde del muro. Detrás de estas figuras, arde una hoguera, por lo que se dibujan sombras flameantes contra la pared de la caverna. Lo único que pueden ver esos moradores de la caverna es, por tanto, ese «teatro de sombras».

Han estado sentados en la misma postura desde que nacieron, y creen por ello, que las sombras son lo único que existe.

Imagínate ahora que uno de los habitantes de la caverna empieza a preguntarse de dónde vienen todas esas sombras de la pared de la caverna y, al final, consigue soltarse. ¿Qué crees que sucede cuando se vuelve hacia las figuras que son sostenidas por detrás del muro?

Evidentemente, lo primero que ocurrirá es que la fuerte luz le cegará. También le cegarán las figuras nítidas, ya que, hasta ese momento, sólo había visto las sombras de las mismas. Si consiguiera atravesar el muro y el fuego, y salir a la naturaleza, fuera de la caverna, la luz le cegaría aún más. Pero después de haberse restregado los ojos, se habría dado cuenta de la belleza de todo.

Por primera vez, vería colores y siluetas nítidas. Vería verdaderos animales y flores, de los que las figuras de la caverna sólo eran malas copias. Pero, también entonces se preguntaría a sí mismo de dónde vienen todos los animales y las flores.

Entonces vería el sol en el cielo, y comprendería que es el sol el que da vida a todas las flores y animales de la naturaleza, de la misma manera que podía ver las sombras en la caverna gracias a la hoguera.

Ahora, el feliz morador de la caverna podría haberse ido corriendo a la naturaleza, celebrando su libertad recién conquistada. Pero se acuerda de los que quedan abajo en la caverna. Por eso vuelve a bajar. De nuevo abajo, intenta convencer a los demás moradores de la caverna de que las imágenes de la pared son sólo copias centelleantes de las cosas reales. Pero nadie le cree.

Señalan a la pared de la caverna diciendo que lo que allí ven es todo lo que hay.

Dicho esto, vuelvo a preguntar:: ¿Qué es realmente la realidad? ¿Vemos el mundo real o sólo una imagen del mismo al igual que los moradores de la caverna?

Esto es todo por hoy y como siempre: Investiguen y aprendan, no den nada por definitivo, es la única manera de alcanzar la Luz.

1 comentario

    • El Gabriel Egal el 27 noviembre 2015 a las 16:40
    • Responder

    *Nada de este mundo es real. Estamos dentro de un sueño del quien utiliza el numero 1.618 para crea la ilucion, lo que llamamos realidad. La experiencia que se llama vida nos sirve para ir avanzando y obtener ese conocimiento escondido. Peor solo por mediante de la mente y el espiritu se puede llegar a Cero, para ser de nuevo El. POr que todos somos EL. El creador. Pero para eso se tiene que dominar la mente, la intrepida mente, quee s como un caballo salvaje. Es lo primero. Si logramos eso, nos deviene todo el poder, la felicidad , la dicha. Y cuando tienes el poder, no le temes a nada, Ni a El, Ni a DIos. ?como puedes temerte a ti mismo? No se puede. Si todos somos el. Entonces cuando se deja el cuerpo y llegas a estar frente a El. Le puede decir que ya no lo necesitas. Y ese instante eres libre. Creo qeu esa es la meta del iniciado. Si me equivoco, .e ire corrigiendo en el camino. Es de sabios admitir la necedad propia. Para concluir: No existe Dios sin creyente, y creyente sin Dios. saludos….

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