Aun tenemos esperanza

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Kieran Maxwell

Cuando leo ciertas noticias en los periodicos o las escucho en las noticias de la televisión o la radio me entra una congoja que no veas. Da la impresión de que vivimos de espaldas a nuestros semejantes. Que vivimos única y solamente para nosotros y que nos importa un bledo el resto del mundo.

Sin embargo, de vez en cuando, uno se tropieza con ciertas noticias que le hace pensar: «Aun tenemos esperanza». Esta noticia que les traigo es una de esas veces, es una historia conmomedora pero sobre todo esperanzadora.

La historia no podía empezar con una imagen más desoladora: Kieran Maxwell, un chaval de 13 años al que le falta la pierna izquierda, se tropezaba con una antorcha Olímpica en la mano mientras lideraba un desfile televisado. Era junio e Inglaterra estaba sumida en una sucesión de desfiles que culminarían con la inauguración de los Juegos la semana pasada. Aquel día, era el turno de Bishop Auckland, el pueblo de Kieran. Y el pequeño iba a poder llevar la antorcha durante unos metros, liderando el desfile delante de la televisión. En ese momento, la pesada prótesis que tenía por pierna izquierda le falló. El niño tropezó, cayó y tuvo que ser ayudado para levantarse. El incidente se hizo famoso.

 Kieran Maxwell, con la antorcha olímpica el día que se tropezó (Kieran Maxwell Fund)Kieran había perdido la pierna a pesar del esfuerzo de los médicos que, en octubre 2010, le detectaron una forma de cáncer especialmente inusual y agresiva, conocida como sarcoma de Ewing. Durante meses, se sometió a agotadoras sesiones de quimioterapia pero fue en vano: los doctores concluyeron que eso no detendría el crecimiento del cáncer. En marzo de 2011, optaron por amputarle la pierna izquierda justo por debajo de la rodilla.

Desde entonces, Kieran había intentado mantenerse activo pero, según cuentan sus padres, la única protesis que le habían podido pagar era una demasiado pesada; al menos lo suficiente para que al pequeño Kieran se le notara la cojera y le impidiera compartir actividades físicas con sus compañeros. Lo único que podían hacer los progenitores, Nicola y Alistair Maxwell, era ir ahorrando y recaudar dinero de donativos a través de una página web para, algún día, comprar un modelo estadounidense de tecnología punta mucho más ligero.

Pero entonces Kieran se tropezó con la antorcha Olímpica en la mano, delante de la televisión, y todo cambió.

Los Weir

Ese incidente llamó la atención de una famosa pareja que llevaba tiempo alejada de la escena pública:Chris y Colin Weir, el matrimonio galés que el año pasado se convirtió en una de las familias más ricas de Inglaterra al ganar 184 millones de euros en el mayor bote de la historia del Euromillón. Hartos del acoso del público, el matrimonio llevaba un año en un lugar desconocido y había rehuído de todo gesto que atrajera la atención de los medios. Pero la historia de Kieran era demasiado conmovedora y demasiado fácil de resolver: solo hacía falta un donativo de cinco cifras.

Los Weir se pusieron en contacto con los Maxwell y preguntaron qué podían hacer para ayudar. Por supuesto, ya han cedido todo el dinero necesario para comprar la nueva prótesis que llegará desde Estados Unidos dentro de seis semanas.

«No podemos agradecérselo lo suficiente. Para ellos no es más que una gota de todo el dinero que tienen, pero para nosotros significa el mundo entero», cuenta Nicola, la madre de Kieran, «Pensábamos que recaudar todo el dinero necesario para comprar una pierna prostética nos llevaría mucho tiempo, pero ahora, con la ayuda de Chris y Colin solo tendremos que esperar seis semanas. No podemos ni expresar cuánto significa esto para nuestro hijo. Él es nuestro héroe, y nos ha emocionado el apoyo que hemos recibido desde que se le diagnosticó el cáncer».

«En cuanto escuchó la noticia, empezó a gritar porque significa no solo que podrá volver a andar como todos sus amigos, sino que ahora podrá correr y trepar. Puede volver a ser un niño normal. Puede ser él mismo. No hay palabras suficientes para explicar lo que han hecho por él».

En un raro alarde de generosidad mediática, los Weir también han hablado sobre el pequeño.

«En cuanto vimos los extraordinarios esfuerzos que habían realizado Kieran y su familia para reunir dinero y comprarle una pierna nueva, tuvimos que interceder», explica Colin. «Apoyarle es un privilegio. Esperamos que esta nueva prótesis le ayude a mantenerse activo y vivir la vida al máximo».

En cuanto al dinero que los padres de Kieran ya habían recaudado para la pierna y que ahora ya no necesitan, ha sido destinado a la fundación Toma Fund para adolescentes enfermos de cáncer.

Fuente original: Daily Mail

Traducción tomada de Yahoo noticias

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