Los dogón son un grupo étnico que vive en la región central de Malí, al sudoeste de la curva del Río Níger, cerca de la ciudad de Bandiagara, en la región de Mopti. Su población se estimada entre 400.000 y 800.000 personas. Los dogón son especialmente conocidos por sus tradiciones religiosas, sus bailes con máscaras, su escultura de madera y su arquitectura. Pero quizás no lo son tanto por decir que todo lo que saben se lo deben a unos «dioses» que proceden de Sirio.
Cada 50 años, los dogón celebran su ceremonia más importante, llamada Sigui, y tardan 50 años en celebrar la siguiente, porque esta ceremonia viene marcada por la aparición de Sirio entre los picos de dos montañas, que simbolizan a los dos embriones primordiales. En esta ceremonia se colocan sus extrañas máscaras, una de ellas, el Nommo, no la lleva nadie puesta pues representa al ser primordial que inició la cultura dogón. Una vez acabada la ceremonia, la máscara del nommo es quemada y dentro de otros 50 años, reemplazada por una nueva.
La pregunta a realizarse es la siguiente: ¿como un pueblo supuestamente no desarrollado posee conocimientos astronómicos tan precisos? . No debemos de olvidarnos que otros pueblos ya desaparecidos como el Egipcio de los faraones también hablaron mucho de Sirio tal y como ya escribimos en esta otra entrada
Pero es hora de volver al tema de los Dogón, que es lo que ahora nos ocupa.
Según estudios realizados por científicos y antropólogos, los ritos religiosos de los dogón se basan en la naturaleza binaria de la estre!la Sirio, es decir, que tenemos un sistema de dos estrellas que giran en torno a un eje común. La órbita que la estrella conocida como Sirio-B describre alrededor de Sirio-A posee una duración exacta de cincuenta años.
El pueblo Dogón afirma que ellos son los depositarios de estes conocimientos por trasmisión de los propios egipcios. Pero sea como sea, siempre nos quedará la duda de como pueden tener estes conocimientos tan avanzados que solo nosotros hemos podido comprobar con las tecnologías actuales más avanzadas.
Pero Sirio tiene más «cosas curiosas» es única en su especie por la particularidad de Sirio radica en su ciclo sótico, es decir, que reaparece en el cielo de modo periódico y lo hace solo cuando el Sol se encuentra en la porción oriental del cielo. Este fenómeno sucede cada 365.25 días. esto es poco más que un año terrestre y, lo más importante:
Entre millones de estrellas conocidas por el hombre, Sirio es la única con esa característica. ¿Cómo hicieron los pueblos antiguos para conocerla. si para descubrirlo han hecho falta miles de años y sofisticadas y continuas observaciones?
Teorías para explicar todo esto hay muchas, pero usemos la que usemos, lo que si está claro es que sin uso de telescopios y medios modernos es del todo imposible que la simple observación del cielo proporcionase a los Dogón los conocimientos que poseen. Según ellos el conocimiento proviene de los Egipcios y el de estes se debe a los «Dioses» que llegados de Sirio les formaron en dicho conocimiento.
Y para rematar un poco de lo que ellos creen y que se preocupan de transmitir de la manera más exacta posible,.Comparemos una pequeña parte con los conocimientos que tenemos nosotros
Según la creencia de los Dogón, los Nommos (como ellos llaman a sus enviados o Dioses) habían bajado a la Tierra para evangelizar al pueblo, ayudándolos y enseñándoles técnicas para cultivar la tierra, pescar, además de preparar cerveza y hacer más simple el brote de frutos de los árboles.
Entre la información trasmitida por los Nommos a los dogones estaría la existencia de la estrella Sirio, de la cuál ellos provenían. Lo curioso es que no la presentaban sola, ya que aseguraban que era triple, es decir eran tres estrellas alejadas unas de otras. La astronomía en esa época no tenía noción de una segunda estrella en Sirio, y menos de una tercera. Recién en el año 1995 los franceses Diventy y Benest descubrieron un tercer cuerpo en el sistema de Sirio.
Según los dogones los Mommos les hablaron de Sirio B y afirmaron que era un estrella pequeña pero de una masa muy pesada . En el año 1.862, el astrónomo americano Alvan Clark logró ver en la estrella de Sirio, que no era sólo una, sino dos estrellas y logró visualizar con su telescopio a Sirio B. Hoy se sabe que este cuerpo es una enana blanca muy inferior en tamaño a Sirio y en el que un metro cúbico puede llegar a pesar más de setenta mil toneladas.
Luego estaba la estrella Sirio C que según los dogones sería cuatro veces más liviana que Sirio B y tendría un satélite girando a su alrededor al que llaman la estrella de las mujeres. Su órbita es de 50 años, lo que coincide con la fiesta del “Sigui”, la que se celebra para recordar la llegada de los dioses de Sirio (según la ciencia oficial sus cálculos se estiman en la actualidad en 50,040 años). Y las observaciones más modernas han vuelto a confirmar todo esto.
El misterio, una vez más, está servido, cada cual que tome su posición
Esto es todo por hoy y como siempre: Investiguen y aprendan, no den nada por definitivo, es la única manera de alcanzar la Luz.