Todo masón ha de buscar la Luz, la Verdad; sin embargo, la filosofía se ocupa solo de estudiar la verdad en relación con las frases. En todo momento nos hacemos preguntas y empleamos frases para ello. Algunas son ciertas y otras no. ¿Por qué? ¿En qué son diferentes? Estos interrogantes son conocidos como “El problema de la verdad”.
Conocer, saber, si una frase es cierta o verdadera es vital para poder razonar. Recuerde el lector que al hablar de los conclusiones de los silogismos cuando tratamos la lógica vimos que solo si las premisas son verdaderas podemos tener la certeza de obtener conclusiones lógicas verdaderas; en caso contrario la conclusión puede ser lógica pero no tiene porqué ser verdadera. Vamos a ver tres puntos de vista sobre este tema
Primer punto de vista
Una posición filosófica afirma que una frase cierta es la que se corresponde con un hecho, es decir, que hay una correspondencia entre la frase y el mundo. Esto nos obliga a definir dichas correspondencia y como se producen. Además también es preciso definir los hechos asociados. Lo que hacemos, en resumen, es afirmar que la verdad es una relación entre el lenguaje (frase) y el mundo (hechos). Una relación entre “cosas” diferentes; entre los hechos objetivos de la realidad y el “pensamiento subjetivo” del lenguaje.
Segundo punto de vista
Otros filósofos dicen que una frase es cierta si es coherente con otras que consideramos ciertas. Esta teoría de la coherencia tiene que explicar cuáles son estas relaciones de coherencia y, lo más importante, que frases usar como referentes para determinar si otra es cierta ya que, de otro modo, podríamos estar buscando referencias “ad infinitum”.
La solución propuesta es que no es posible estar equivocado sobre todo. Podemos errar sobre una serie de creencias pero el conjunto de frases “privilegiadas” que el ser humano emplea como referente son ciertas por definición con la única condición de ser coherentes. Esto de “ciertas por definición” no gusta a casi nadie porque implica reconocer que en el fondo no sabemos el motivos real de porqué son ciertas. Parece una disculpa barata para dar como cierto aquello que nos conviene y se adapta a nuestras ideas pero….
Tercer punto de vista
Un tercer punto de vista es conocido como deflacionista. Esta teoría es muy simple: una frase es cierta cuando alguien la secunda. Por lo tanto, en virtud de ello, una misma frase puede ser verdad o mentira. Aquí no importa para nada los hechos. La verdad no está presente en la frase propiamente dicha. Que la frase haga referencia a hechos ciertos no la hace cierta de entrada, lo que importa es que la gente la crea como cierta (lo sea o no). La mejor forma de definir esto quizás sea diciendo que “una mentira repetida continuamente termina por ser creíble y se hace verdad en la mente colectiva”. Para que esto suceda influye también quien lo diga o ¿acaso nunca ha dicho usted “si lo dice fulanito debe de ser cierto”?
Veamos un ejemplo simple de como una frase puede ser verdad o no. Suponga que usted sale a pasear con su mujer e hijos. Tras dos horas subiendo y bajando colinas empinadas están ciertamente hechos polvo y usted dice:
Hemos caminado mucho, estamos cansados.
Los hechos son ciertos, no hay duda; pero solo si su mujer o alguno de sus hijos dice “Es verdad” la frase en si misma pasará a ser cierta. Si todos ellos dijeran “No es para tanto” incluso con los hechos revelando que están cansados, la frase expresada por usted sería falsa. La teoría deflacionista la catalogaría como frase que NO es verdad simplemente porque nadie la secunda.
Bien he terminado por hoy, le he dado tres puntos de vista:
- La frase es cierta si se corresponde con un hecho.
- La frase es cierta si es coherente con otras de referencia.
- La frase es cierta si alguien la secunda.
Pues vamos a poner los deberes. La última teoría desliga la verdad de la certeza de la frase. La verdad depende del grupo. Algo es verdad si el grupo cree que es verdad. Así el Sol giraba alrededor de la Tierra. No era cierto, pero era verdad porque la Humanidad, el grupo, así lo creía.
- ¿Podemos entonces afirmar que la Verdad puede no ser cierta?
- ¿Verdad y certeza son realmente diferentes?
- ¿Una Verdad que no es cierta invalida ese concepto de verdad deflacionista?
Próxima entrega: Filosofando un poco (8 de 10) – La justicia.