Cuando se toca el tema de la justicia se suele asociar de modo automático con el tema de la legalidad y así, tenemos el binomio justicia=legal que no siempre se cumple. Existen normas legales que no nos parecen justas y existen actos que nos parecen justos pero no son legales.
Filosóficamente hablando, el tema de la justicia es uno de los más relevantes por las implicaciones que tiene sobre la sociedad y muchos filósofos se han preguntado – y se siguen a preguntar – ¿Qué significa ser justo? ¿Cómo comportarnos para ser justos?
Platón 1, en su obra “La Republica”, fue uno de los primeros filósofos en tratar el tema afirmando que una sociedad justa es la que posee como gobernantes a hombres sabios que comprenden la verdadera naturaleza del mundo.
Ya en el siglo XIX, John Stuart Mill 2 califica como justa aquella sociedad que consigue el máximo bienestar posible para sus ciudadanos. En ese mundo el castigo a los criminales es por utilidad y su fin es más disuasorio que reeducacional. El castigo es justo porque hace que los demás tengan menos ganas de hacer algo malo.
John Rawls 3, por su parte, nos pide que imaginemos una sociedad hipotética donde aún no existe gobierno ni sistema político y sus ciudadanos se ponen a elegirlo. Según Rawls la ignorancia total es la garante de la justicia. Si los ciudadanos conocen de antemano su riqueza, talento o status social que dispondrán en el nuevo estado maniobrarán para mantenerlo, mejorarlo o evitar que otros logren lo mismo que ellos. Se preocuparán menos o nada de lo justo, Estar ignorante de todo ello obliga a ser justos todos con todos y cada uno de los ciudadanos porque, una vez decidido el gobierno y la política te será asignado un lugar…¡y no sabes cual será! De este modo, este proceso garantizará – según Rawls – que las instituciones serán aceptables desde el punto de vista racional incluso para una persona que puede acabar siendo la menos poderosa del sistema.
La teoría de Rawls parece hermosa y lo es. Sin embargo el filósofo y colega en Harvard, Robert Nozick 4, afirma en su obra “Anarquía, estado y utopía” que la idea de Rawls conduce inexorablemente a una violación de los derechos del individuo, no se puede ordenar por ley la posición social de un ciudadano sino que esta debe estar acorde con sus capacidades. Por ejemplo, la idea platónica de que gobiernen los sabios sería buena bajo la idea de Nozick porque, por definición, el sabio debe conocer lo que es mejor.
En el fondo, después de tantos filósofos estudiando todo lo que es o no justo, creo que todos conocemos lo que es y lo que no es justo y podemos resumirlo en la conocida frase Bíblica: “No hagas a los demás lo que no quiese que te hagan a ti”
Pero volvamos a Nozick para dejarles las preguntas que les harán pensar hoy. Desde el punto de vista de Nozick podemos decir lo siguiente:
- Que el gobernante sea sabio no implica que sepa gobernar. Es lo mismo que sucede con muchos científicos que saben mucho de su especialidad pero no saben como enseñarlo a posibles alumnos, no saben bajar al nivel del que sabe menos que ellos.
- Quien garantiza que el sabio no use su saber para engañar a los que sabiendo menos no se darían cuenta del engaño sutil y bien urdido por el sabio.
- Cómo medir si alguien es realmente sabio porque debemos recordar que conocimientos no implica sabiduría. Sabiduría es la aplicación correcta de los conocimientos.
Aquí lo dejo, piensen y traten de saber que es la justicia y, si no lo logran, no se preocupen, hombres de mucho más saber que nosotros como Platón, Aristóteles, Rawls, Nozick…lo han intentado y no tengo yo muy claro que lo hayan conseguido.
Próxima entrega: Filosofando un poco (9 de 10) – El dilema del prisionero.
- Platón (en griego antiguo: Πλάτων) (Atenas o Egina,1 ca. 427-347 a. C.) fue un filósofo griego seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles. En 387 fundó la Academia, institución que continuaría su marcha a lo largo de más de novecientos años y a la que Aristóteles acudiría desde Estagira a estudiar filosofía alrededor del 367, compartiendo, de este modo, unos veinte años de amistad y trabajo con su maestro Platón participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió, siempre en forma de diálogo, sobre los más diversos temas, tales como filosofía política, ética, psicología, antropología filosófica, epistemología, gnoseología, metafísica, cosmogonía, cosmología, filosofía del lenguaje y filosofía de la educación.
- John Stuart Mill (Londres, 20 de mayo de 1806 – Aviñón, Francia, 8 de mayo de 1873) fue un filósofo, político y economista inglés representante de la escuela económica clásica y teórico del utilitarismo, planteamiento ético propuesto por su padrino Jeremy Bentham, que sería recogido y difundido con profusión por Stuart Mill.
- John Rawls (21 de febrero de 1921, Baltimore, Estados Unidos – 24 de noviembre de 2002, Lexington, Massachusetts, Estados Unidos). Fue un filósofo estadounidense, profesor de filosofía política en la Universidad Harvard y autor de Teoría de la justicia, (1971), Liberalismo político (1993), The Law of Peoples (1999) y Justice as Fairness: A Restatement (2001). Es ampliamente considerado como uno de los filósofos políticos más importantes del siglo XX. Su teoría política propone dos principios sobre los cuales basar la noción de justicia a partir de una posición original en el espíritu contractualista de los filósofos políticos clásicos. Rawls fue reconocido con el Premio Schock para lógica y filosofía y con la National Humanities Medal de manos del presidente Bill Clinton en 1999, en reconocimiento a «su ayuda a que toda una generación (…) reviviera su confianza en la democracia
- Robert Nozick (Nueva York, 16 de noviembre de 1938 – 22 de enero de 2002); Filósofo y profesor de la Universidad Harvard. También enseñó en Columbia, Oxford y Princeton. Hizo contribuciones en diferentes áreas de la filosofía: teoría de la decisión, epistemología y, particularmente, filosofía política. Su obra Anarquía, Estado y Utopía (1974) fue una respuesta liberal-libertaria a la Teoría de la Justicia de John Rawls, publicada en 1971.