Las siete artes liberales (5 de 8) – Quadrivium I – Aritmética.

Tras estudiar, es un decir, las tres artes del Trivium, nos toca estudiar las cuatro del Quadrivium. Es decir, las disciplinas relacionadas con las matemáticas, o dicho más sencillamente, la Aritmética, Geometría, Astronomía y Música. Comencemos por lo tanto por la primera, la Aritmética.

La aritmética (del lat. arithmetĭcus, y este del gr. ἀριθμητικός,1 ἀριθμός —número—) es la rama de la matemática cuyo objeto de estudio son los números y las operaciones elementales hechas con ellos: adición, resta, multiplicación y división. Los orígenes de la aritmética se pueden rastrear hasta los comienzos de la matemática misma, y de la ciencia en general. Los registros más antiguos datan de la Edad de Piedra: huesos, palos, piedras talladas y escarbadas con muescas, presumiblemente con fines de conteo, de representación numérica y calendarios.

Es evidente que el mundo no es mundo sin los números. Piense usted como podría vivir sin ellos. Tenemos números en las horas del día, en las distancias a recorrer, en el precio de las cosas…sin números no existiría nada. Pero si bien estos ejemplos son muy simples, no por ellos dejan de ser válidos. Lo interesantes es que desde que se formaron las escuelas de misterios o iniciáticas, el número se ha convertido en gran tema de estudio e importancia y no son pocas las que afirman que los números son los verdaderos generadores de mundo tal y como lo conocemos. En la Orden Masónica no debemos olvidar la gran importancia del número pues asignamos el 1 al GADU, el 2 a la dualidad y el 3 a la generación, por citar los tres primeros.

Pero  ya antes de eso, otros sabios les dieron gran importancia. Si de fracciones hablamos no hay mejor ejemplo que el ojo de Horus en la cultura egipcia, su representación, que pueden ver en el gráfico, cumple estrictamente unos patrones de fracciones. Y ya puestos en materia histórica, veamos un poco de la historia de la aritmética.

 “Hay evidencias de que los babilonios tenían sólidos conocimientos de casi todos los aspectos de la aritmética elemental hacia 1800 a. C., gracias a transcripciones de caracteres cuneiformes sobre tablillas de barro cocido, referidas a problemas de geometría y astronomía. Solo se puede especular sobre los métodos utilizados para generar los resultados aritméticos – tal y como se muestra, por ejemplo, en la tablilla de arcilla Plimpton 322, que parece ser una lista de ternas pitagóricas, pero sin mostrar cómo se generó la lista.

 Los antiguos textos Shulba-sutras (datados ca. 800 a.C y 200 a.C) recopilan los conocimientos matemáticos de la India durante el período védico; constan de datos geométricos relacionados con la construcción de altares de fuego, e incluyen el problema de la cuadratura del círculo.

 Otras civilizaciones mesopotámicas, como sirios y fenicios, alcanzaron grados de desarrollo matemático similar que utilizaron tanto para el comercio como para la resolución de ecuaciones algebraicas.

 El sistema de numeración egipcio, basado en fracciones unitarias, permitía efectuar cuentas aritméticas avanzadas, como se muestra en papiros conservados como el Papiro de Moscú o el Papiro de Ahmes (que data de ca. 1650 a. C., aunque es una copia de un antiguo texto de ca. 1850 a. C.) que muestra sumas, restas, multiplicaciones y divisiones, utilizando un sistema de fracciones, así como los problemas de determinar el volumen de una esfera, o el volumen de una pirámide truncada. El papiro de Ahmes es el primer texto egipcio que menciona los 365 días del calendario egipcio, es el primer calendario solar conocido” [Wikipedia]

 Por otro lado, la numerología o la kabala no es posible sin la aritmética. La primera hace uso de lo que se suele llamar adición  y reducción teosóficas y la segunda asigna valores numéricos a las letras.

  

Un poco de numerologia

 La adición teosófica suma la serie natural del número, teniendo en cuenta que el primer número de la serie será el 1 e incluyendo el número propio propuesto a continuación. La suma teosófica de 4 sería 1+2+3+4= 10

   La reducción teosófica consiste en reducir cualquier cifra en un solo número. Como por ejemplo, el número 52, en donde 5 +2 daría un resultado de 7.

 ¿y para qué sirve todo esto? Se preguntarán algunos. Bueno, los masones usaban todo esto cada día. En las construcciones de catedrales era importante, podemos afirmar que ciencias, en cierto modo paganas, tenían gran influencia en el diseño y construcción de iglesias no paganas. O dicho de otro modo, podemos plantearnos la siguiente pregunta. ¿Además de lo que todos sabemos de la religión católica, en el fondo posee relaciones con otras ciencias que aparentemente atacaba como la astrología y la numerología? Creo que debemos decir que sí, por la opción de que los jerarcas de la Iglesia desconociesen todo lo que los constructores representaban en su obra o, mucho peor, lo pasarán por alto es algo que no tiene sentido alguno.

 Por medio de cálculos se obtenían los números de fundación de la iglesia que delimitaba el lugar del UMBRAL de la iglesia; umbral que podía estar en la esquina del aire, del agua o del fuego. (Usen la figura sobre la abadía de Cluny que pueden ver un poco más abajo para entender lo que voy explicando)

 Otras operaciones matemáticas como sumas o sumas teosóficas  y reducciones teosóficas  en las que entraban los valores numéricos del nombre del Santo o de aquello que se quisiera representar (por ejemplo San Juan tiene asociado el número 153) determinaban el largo de la iglesia y ….

Y…. que ya vais viendo que toca estudiar la aritmética, su uso va mucho más allá que sumar dos y dos.

 

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Un poco de cábala

 La cábala es una disciplina y escuela de pensamiento esotérico relacionada con el judaísmo que emplea varios métodos para analizar sentidos y/o mensajes ocultos en la Torá (texto sagrado de los judíos, al que los cristianos denominan Pentateuco, y que representa los primeros cinco libros de la Biblia).

 Sus textos principales son el Árbol de la Vida, el Talmud de las 10 sefirot, el Zohar, el Séfer Ietzirá y el prefacio de la Sabiduría de la cabalá.

 Dentro del estudio del cábala simbólica tenemos la geometría, el notaricón y la temura. Porque si, querido lector, la cabala posee dos tipos o divisiones: cábala dogmática (o real) y artificial (o simbólica). La primera nos explica el sentido oculto de ciertas palabras y la segunda , como ya dijimos, trata de buscar los mensajes ocultos.

 Quizás, lo más conocido por los occidentales es la gematría, al menos su nombre y concepto. La gematría considera el valor numérico de la palabra o palabras del texto, cuyo sentido se indaga, y que será el de otra palabra extraña cuyas letras sumen el mismo valor numérico. Así, en el Génesis XLIX, 10, se lee:

 “No se le quitara la vara de mando a Judá, ni (faltará) el legislador (la antorcha suprema) de entre los de su generación (descendencia) hasta que venga el Pacífico (Shiló Yabosh)

 Para saber quién es el pacífico, los cabalistas suman los valores de número de las palabras hebreas “hasta que venga el Pacífico” – porque si, querido lector, la cábala precisa de usar el idioma hebreo para que funcione-  que da:

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yod es igual a 10

bet es igual a 2

alef es igual a 1

shin es igual a 300

yod es igual a 10

lámed es igual a 30

he es igual a 5

 

Total 358.

 

Este valor también coincide con letras que entran en la palabra מָשִׁיחַ (mashíaj, ‘mesías’) y de ello la cábala deduce que el pacífico será el Mesías.

 Y bueno, creo que mejor dejarlo aquí, lo dicho es suficiente para mostrar la importancia del estudio de la aritmética, ahora es vuestro turno.

 

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