Vida después de la muerte

En la nave espacial Tierra no hay pasajeros.
Todos son tripulantes”

Marshall McLuhan

Capa del libroCuando uno toca el tema de la vida después de la muerte la mayor parte de los lectores entienden o esperan que uno salga con las teorías religiosas y/o místico-esotéricas que defiende su existencia. Sin embargo, el tema de la vida después de la muerte es algo que ha preocupado a todos los hombres, incluidos a los científicos. A fin de cuentas, saber lo que sucede después no deja de ser algo interesante para los que buscan el progreso y el conocimiento.

 Por lo tanto, hoy vamos a ver un caso de estudio científico de este tema. Podremos estar de acuerdo o no con sus métodos y/o conclusiones; pero lo que quiero dejar claro – y lo más importante para mi – es que esto demuestra que hombres formados, científicamente hablando, han también abordado el tema y se ha involucrado en la búsqueda de respuestas al gran interrogante de lo que existe tras el cruce del umbral o en saber si dicho lugar existe.

 El Dr. Raymond Moody Jr. nació el 30 de junio de 1944 en Georgia y es médico psiquiatra y licenciado en filosofía; en el momento en el cual estoy redactando este escrito aún sigue entre nosotros.

 Este hombre dirigió un estudio con más de un centenar de individuos que experimentaron la muerte clínica y volvieron a la vida. Dicho de otro modo, personas que fueron dados como clínicamente muertos – encefalograma plano – pero que luego “resucitaron” y recuperaron el total control de sus vidas sin secuelas aparente.

  Los relatos que estas personas le comunicaron acerca se dicha experiencia fueron publicados en el libro “Vida después de la muerte” y son extraordinariamente semejantes en sus detalles lo cual proporciona la prueba incontestable de la supervivencia del espíritu humano después de la muerte; según el autor.

 La similitud de los relatos no deja lugar a dudas en cuento a la experiencia de la muerte y en cuanto a la superviviencia eterna del espíritu – afirma Raymond – sobre todo si tenemos en cuenta que muchos de los supervivientes no se conocían antes de hablar con el Dr. Raymond ni habían leído o contactado con nadie que hubiese tenido la misma experiencia. Por ello, el que coincidiesen en varios puntos del relato demostraría que todo lo que dicen es cierto:

 “un hombre está muriendo y, cuando llega al punto de mayor aflicción física, oye que su médico le declara muerto. Comienza a oír un ruido desagradable, un zumbido alto o toque de campanillas y, al mismo tiempo, se siente trasportado a gran velocidad a través de un túnel largo y oscuro. Después de eso, se encontrará repentinamente fuera de su cuerpo físico. Luego comienzan a suceder otras cosas. Otros vienen a su encuentro y le ayudan. Ve los espíritus de parientes y amigos ya muertos, ya aparece delante de él un espíritu amigo de una especie que nunca antes había encontrado – un espíritu de luz”

 Como ya he dicho, el libro más famoso y traducido de Moody es Vida Después de la Vida (Life After Life). Esta obra fue rechazada muchísimas veces por las editoriales hasta que su publicación lo convirtió en un auténtico bestseller. Fue llevado al cine con el mismo título y este filme ganó una medalla de bronce en la Categoría de Relaciones Humanas (Human Relations Category) del Festival de Cine de Nueva York (the New York Film Festival). También le concedieron el Premio Mundial Humanitario (World Humanitarian Award).

 Su último libro, The Last Laugh, contiene material inédito de Vida Después de la Vida que alguno de sus admiradores confunden con su propio punto de vista del fenómeno de las ECM (Experiencias Cercanas a la Muerte) que tanto le costó publicar.

 De un estudio de 150 personas que habían estado en muerte clínica o que casi murieron, Moody concluyó que hay nueve experiencias comunes en la mayoría de la gente que ha tenido una ECM (Experiencia Cercana a la Muerte):

·         sonidos audibles tales como un zumbido

·         una sensación de paz y sin dolor

·         tener una experiencia extracorporal (sensación de salir fuera del cuerpo)

·         sensación de viajar por un túnel

·         sentimiento de ascensión al cielo

·         ver gente, a menudo parientes ya fallecidos

·         encontrarse con un ser luminoso que pregunta

·         ver una revisión de su vida

·         sensación de aversión con la idea de volver a la vida.

 Podríamos hacer esta entrada muy extensa analizando cada uno de los puntos de la lista anterior; pero no es mi trabajo ni tampoco mi intención. Sin embargo, me resultan interesante la última, el rechazo a volver, a regresar a la vida tal y como la conocemos. Dicho de otro modo, da la impresión que una vez comprendido que hemos muerto y que existe vida después de nuestro paso por la Tierra, incluso pudiendo regresar, uno no quiere hacerlo. Este punto coincide en gran medida con todo lo que las antiguas escuelas de misterios enseñan sobre el tema. Si lo que realmente somos es un espíritu encarnado, esto es, atrapado en un cuerpo material. ¿Cómo vamos a querer regresar a nuestra prisión terrenal una vez tenemos la certeza de estar en el lugar de donde realmente somos?

 En fin, vamos a dejarlo aquí, mi trabajo está realizado: demostrarles que no solo los misticos, esoteristas y “locos creyentes en sabe uno lo que” buscan respuestas a lo que hay tras la muerte; también lo hacen científicos y profesionales cuyo sistema de búsqueda es el uso de la razón, el análisis y los medios de la ciencia de su tiempo.

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