“El SEÑOR me mostró otra visión:
Estaba El de pie junto a un muro construido a plomo,
y tenía una cuerda de plomada en la mano”.
Amos 7:7
La “Enciclopedia de la Francmasonería”, de Albert Gallatin Mackey, destaca que La Plomada “Es el símbolo de la rectitud de conducta, e inculca esa integridad debida, y senda sin desvío de la rectitud moral que sólo distinguen al hombre bueno y justo”.
Aplicando la plomada en nuestras decisiones debemos ser como ella, recta y justa. La plomada no admite desviaciones pues se rige por una Ley Natural inmutable, la ley de la gravedad. Ley que nadie puede ignorar ni dejar de cumplir. Así, al igual que la plomada no puede más que, atraída por la gravedad, marcar una línea recta perpendicular al suelo; así nosotros debemos tener un comportamiento recto, justo, bondadoso, moderado, sabio y estrictamente apegado a la verdad. Seguir leyendo