¿A qué se dedicaba María Magdalena antes de su encuentro con Jesús, es decir, antes de su conversión y de decidirse a seguir los mandamientos del Maestro? Para muchos cristianos, la pregunta es muy sencilla y tiene una respuesta casi obvia: María Magdalena era pecadora pública, prostituta. La tradición cristiana, y una abundante iconografía, corroboran esa respuesta.
Sin embargo, lo que muchos católicos, cristianos o creyentes no saben es que ya en el año 1969 el propio Vaticano reconoció que la idea de que María Magdalena fuese una prostituta estaba equivocada.
Los motivos por los cuales, aun reconociendo esto, no lo divulgó ni dio a conocer, hasta el punto que muchos, hoy día, casi 40 años después, siguen pensando que era una pecadora. Solo ellos lo saben.